¡Bienvenidos!

Rvdmo. Moisés Quezada Mota

UNA IGLESIA MOVIDA POR EL ESPIRITU SANTO

Me siento personalmente regocijado de escribirle a cada uno de ustedes estas notas, para que continúen siguiéndonos a través de nuestra página de internet. Como algunos de ustedes saben, el 4 de Noviembre del presente año 2017 fui instalado como el nuevo Obispo Diocesano de la Iglesia Episcopal Dominicana, una iglesia que desde hace más de un siglo es movida por el Espíritu Santo. Históricamente tuvimos varios obispos que sirvieron como obispos encargados de la jurisdicción misionera de nuestro país hasta el 1960, cuando la Cámara de Obispos de la Iglesia Episcopal escogió al Obispo Paul Axtel Kellogg como el primer Obispo Residente formándose de esta manera la Diócesis de la Iglesia Episcopal Dominicana. Al ser instalado he venido a ser entonces el 4to. Obispo de nuestra Iglesia.

Consciente de que somos un país del tercer mundo, que ha experimentado un relativo desarrollo económico, pero en donde todavía perduran grandes desigualdades sociales, la Iglesia Episcopal Dominicana en respuesta a estas necesidades ha realizado por muchos años, una intensa labor misionera en casi todo el país, llevando el evangelio y al mismo tiempo respondiendo a las necesidades sociales y de desarrollo en los lugares en donde estamos establecidos. Nuestro programa misionero incluye el llevar el pan de la enseñanza a través de nuestra escuelas de primaria y media, los albergues infantiles, la salud por medio de atenciones médicas y nuestra clínica Esperanza en San Pedro de Macorís, el programa de Micro-Crédito y de Desarrollo social comunitario, el programa de inmigración, la asistencia en casos de emergencias y otros programas que no mencionamos por falta de espacio. En la sociedad dominicana hemos dado un fuerte testimonio de nuestra fe participando activamente en los movimientos sociales y ecuménicos que buscan el bienestar de toda la sociedad dominicana y la reconciliación entre todas las personas. Esto ha hecho que la Iglesia Episcopal Dominicana goce de un prestigio muy importante en nuestra nación.

Una de nuestra característica más notable es la proclamación de evangelio. Creemos firmante que debemos predicar con entusiasmo a Cristo a todas las personas. Las Iglesias y la Diócesis en general cuentan con movimientos de jóvenes, hombres, mujeres, en donde la presencia de Dios se hace sentir cada día mediante el poder del Espíritu Santo.

Además quiero decirles que nuestros templos y lugares de adoración siempre están abiertos para la celebración de la eucaristía y otros cultos de alabanza y adoración. En cada una de estas actividades realizadas en estos lugares, con frecuencia se manifiesta en los asistentes un gran entusiasmo y una hermosa alegría fruto de la hermandad que existe entre los participantes. Así mismo, nuestros templos siempre están prestos para las diversas actividades de la comunidad en donde están ubicados.

Somos una Iglesia movida por el Espíritu Santo que en esta nueva etapa tiene grandes desafíos. Estamos comprometidos con el futuro para seguir expandiendo nuestra Iglesia a nuevos lugares, construyendo nuevos templos, nuevos programas de renovación espiritual y evangelistico. La sociedad dominicana en los actuales momentos tiene graves problemas morales y sociales que requieren de una labor pastoral de asistencia familiar e individual. En esta labor pastoral estamos comprometidos con el desarrollo integral de todos los miembros de la iglesia y de la sociedad en sentido general. Para esta labor pastoral debemos encaminarnos a nuevas iniciativas. Estas deben abarcar las más urgentes necesidades y responder especialmente las necesidades espirituales, morales y sociales.

Queremos como Iglesia y especialmente como obispo, que nos apoye con sus oraciones, su acompañamiento misionero, su aporte y su visita a este gran ministerio que tenemos en nuestro país y en los nuevos desafíos que de seguro vamos a tener en esta nueva etapa. Dios les bendiga!

En Su Servicio,

Rvdmo. Moisés Quezada Mota
Obispo Iglesia Episcopal Dominicana

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